Al 2020 todavía le queda un último capítulo; sin embargo en La Ciudadela cuentan los segundos para despedir al año maldito, ese en el que a San Martín no le salió nada de nada.
Tras una segunda parte de 2019 casi de ensueños, en Bolívar y Pellegrini esperaban coronar durante la primera mitad de este año el rendimiento pleno que había mostrado el equipo ideado y modelado por Favio Orsi y Sergio Gómez. Pero no hubo caso, 2020 llegó cargado de ondas negativas y el sueño se cayó cual castillo de naipes.
El tanto que José Méndez marcó para Almagro, cuando el “Santo” ganaba sin jugar del todo bien en el primer partido del año, fue un mal presagio. Una señal inequívoca que la mano venía totalmente diferente que la que había recibido en la primera parte de aquel torneo.
Luego de ese juego llegaron tres victorias en fila (Villa Dálmine, Sarmiento y Riestra), pero dos caídas inesperadas (Chacarita y Brown de Adrogué) en un equipo que hasta ese momento sólo había perdido un partido en 19 fechas, encendió todas las alarmas.
El resto es historia conocida y sufrida como nunca en Bolívar y Pellegrini. La pandemia de covid-19 detuvo la pelota, los dirigentes de la AFA anularon los descensos en todas las categorías pero decidieron utilizar diferentes criterios en Primera que en el ascenso. En la elite repartieron los premios, en los torneos menores los dejaron en suspenso.
Roberto Sagra y compañía se sublevaron ante el poder y decidieron reclamar lo que consideraban justo. No encontraron ningún tipo de respuestas en calle Viamonte y decidieron subir la puesta. El TAS tampoco le dio la razón; todo lo contrario. “Le entregaron a la AFA un cheque en blanco”, supo decir Sagra cuando en la casa madre decidieron tirar a la basura los méritos que habían realizado algunos equipos y armaron el nuevo torneo desde cero.
El “Santo” perdió una parte importante del plantel que había hecho pata ancha en la categoría, y corrió (lo sigue haciendo al día de hoy) desde atrás. Comenzó tarde su preparación, ingresó en el mercado de pases cuando otras instituciones ya tenían sus planteles casi conformados y arrancó el nuevo campeonato con el pie izquierdo.
En el medio, mientras la dirigencia luchaba por sus derechos, los entrenadores trabajaban para darle forma al nuevo proyecto y algunos socios se acercaban para intentar tenderle una mano a la institución en un momento durísimo, el “Santo” recibió otro mazazo. Las tres nuevas torres de iluminación colocadas sobre calle Pellegrini cedieron ante una tormenta, pocas horas después de haber sido colocadas.
“Es una cosa de brujos. No puede ser la mala suerte que venimos soportando”, dijeron por lo bajo varias personas que caminan con frecuencia los pasillos de La Ciudadela.
No fueron pocos los que se miraron asombrados por la cadena de golpes inesperados. “Hay que pasar cuanto antes el vendaval e intentar cambiar la ecuación. Debemos ahuyentar la mala suerte”, pidieron esas mismas personas.
Pero en el nuevo campeonato, el equipo ingresó torcido y recibió una chachetada tras otra. El 0-1 contra Tigre en la tórrida mañana del 29 de noviembre fue una advertencia que no logró cambiar el triunfo, siete días más tarde, en la casa de Defensores de Belgrano.
Tres derrotas sobre cuatro juegos casi minaron la chance del primer ascenso. Pero a este tenebroso 2020 todavía le queda un último capítulo, por más que en Bolívar y Pellegrini intenten acelerar e imploren por llegada del nuevo año.
El domingo, desde las 21.30, San Martín recibirá a Villa Dálmine en lo que será la despedida de año. Si bien las chances matemáticas aún lo respaldan, subirse al primer tren con destino a la Liga Profesional parece una quimera.
“El equipo se va a encontrar porque hay buenos jugadores. Es fundamental ganar un par de partidos para levantar la moral”, explicó un allegado al plantel y al cuerpo técnico.
Está claro que el camino no será nada sencillo. Como primera medida, el plantel deberá encontrarse a sí mismo casi sin margen de tiempo para conseguirlo. El primer paso deberá ser ganar el duelo contra el “Viola”; despedir el año con una sonrisa puede llegar a ser la llave para romper el maleficio y comenzar a mirar el futuro con otros ojos.
La “Crema” no afloja
Atlético de Rafaela volvió a ganar como visitante (2-0 a Villa Dálmine) y es el único líder de la zona B. Además, Defensores de Belgrano venció a Riestra 1 a 0. Hoy juegan: Gimnasia (M)-Tigre.